Hecho con cariño

7 Jun. de 2017 / por adriana / en Vida / Etiquetas: , , , , , , , / Deja un comentario

Han pasado algunas semanas desde el último post, Periodismo Ciudadano, en el que te decía que en poquito te invitaba a seguir charlando en el salón. Hablamos de la rapidez de nuestro mundo y de la manera de hacer en el ahora.
El café ya está listo. ¿Tienes 10 minutos?

Al cabo de un tiempo vuelves a un restaurante al que te gustaba y solías ir a menudo. Al terminar de comer piensas “¿Habré elegido mal los platos hoy? ¿Tendrá un mal día el cocinero? Pero después crees que no es este el motivo porque las ensaladas antes se acompañaban con salsas buenísimas, con menos lechuga y más ingredientes; los segundos platos estaban todos deliciosos y la tarte tatin era espectacular, pero hoy no ha sido así.

Vía Andre Robillard

Vía Andre Robillard

Ni el primer plato, ni el segundo ni el postre estaban tremendos. A lo que llegas a la conclusión de que “ya no es lo que era” y que “ahora los platos están hechos sin cariño”.
Es como si los cocinaran rápido, sin dedicación ni vocación. Con falta de empatía y cariño.
¿Te ha pasado?

Ves una peli, y sí, está bien; pero falta algo, no te cala. En el ahora todo debe suceder rápido, el antes parece estar hecho sin prisas, o con menos prisas.
Las películas de los 80 como ET., el extraterrestre o Resplandor marcaron un un antes y un después en el cine. Con sus efectos especiales que ahora pueden parecernos ‘rudimentarios’ calan mucho más porqué en su interior desvelan sentimiento, buen hacer, otro ritmo.

Via Timon Studler

Vía Timon Studler

La rapidez llega también a aquella frase tan popular de “Antes las cosas duraban más”, como los electrodomésticos, por ejemplo. ¿Es que ahora solo nos importa el consumismo?  ¿Nos da igual todo? Creo que un poquito… ☹

A veces pienso que nos hemos acostumbrado a vivir demasiado deprisa, el famoso “no tengo tiempo” y vamos perdiendo la empatía, el ponernos en el lado del otro y dedicando menos tiempo a reflexionar. Y se hace difícil volver atrás.

Vía freestocks-org

Vía freestocks-org

Sentir y hacer al ritmo de cual tienda de comestibles de un pueblecito al que entras a por un capricho, sin prisas, y en el que la dependiente y dueña atiende mientras charla con la vecina a la que debe conocer de toda la vida mientras tú piensas «Venga mujer, que hay cola y solo llevo esta lata de refresco». Inevitablemente tenemos prisa por pagar y salir. ¿Verdad?

¿Por qué nos hacen pensar deprisa? ¿Hacer deprisa? ¿Responder un e-mail ahora mejor que de aquí a 2 minutos?

Mejor nos damos unos minutos de tranquilidad y puede que todo se vea con más armonía y cariño, ¿no?

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